martes, 29 de octubre de 2013

Los problemas de la bandeja sanitaria de los gatos





Los problemas de la bandeja sanitaria
Los gatos son animales muy minuciosos y su rutina de aseo puede alterarse fácilmente por los cambios que aparezcan en su entorno. No debe sorprendernos que los problemas de mayor frecuencia, en cuanto al comportamiento de los gatos, estén relacionados con la bandeja de arena absorbente donde hacen sus necesidades. Por suerte, acostumbran a poder resolverse con bastante facilidad.
Si tu gato rechaza utilizar la bandeja sanitaria, consulta con tu veterinario antes de hacer ninguna otra cosa. Un examen físico completo, incluyendo un análisis de orina, heces y sangre, determinará si la causa es de origen médico.

¿Dónde colocar la bandeja sanitaria?
Si se ha descartado que tu gato sufra algún problema médico, entonces lo siguiente que debes hacer es colocar varias bandejas sanitarias a su alcance. Tienes que tener tantas bandejas como gatos tengas más otra bandeja a modo de suplemento. Deben ser recipientes grandes, lisos y planos y si además tu gato necesita tener más intimidad, puedes facilitarle una bandeja cubierta. Si pueden escoger, los gatos prefieren hacer sus necesidades en espacios limpios y al descubierto. Pueden mostrarse desconfiados debido al emplazamiento de la bandeja cerca de ruidos, humedades o zonas con olores desagradables. Hay que colocar la bandeja sanitaria en un lugar apropiado y frecuentado por tu gato. Un sótano no suele ser buena elección. Coloca la bandeja de arena lejos de su recipiente de comida.

Limpieza
Hay que limpiar la bandeja sanitaria de tu gato una vez al día. Si la limpias con más frecuencia, tu gato no entenderá para qué sirve porque habrás eliminado todos los olores. Por el contrario, si esperas demasiado tiempo a limpiarla y a cambiar la arena absorbente, tu gato la rechazará por su mal olor y acudirá a otro lugar a hacer sus necesidades.
A los gatos que han adoptado la costumbre de hacer sus necesidades fuera de la bandeja sanitaria, los debemos conducir con cariño hasta la bandeja de arena, una o dos veces al día. Si hacen sus necesidades dentro de la bandeja, se les recompensa. Puedes intentar colocar la bandeja en un lugar al que tu gato acuda asiduamente, para que lo asocie con su higiene y cuidados. Si tu gato decide acudir a un lugar al que no quieres que vaya, prueba con poner trozos de papel de aluminio porque a los gatos no les gusta el contacto de sus patas sobre esta superficie. También puedes intentar alejar su recipiente de comida lejos de la zona de aseo: ¡a los gatos no les gusta comer en su lavabo!
También tienes que limpiar a fondo este lugar y rociarlo con un aerosol que huela de forma desagradable para tu gato, como por ejemplo spray de feromonas que puedes obtener de tu veterinario o en comercios especializados. Si tu gato elije asearse en tu cuarto de baño, evítalo simplemente cerrando la puerta de acceso.

Finalmente, si tu gato se ha acostumbrado a cierto tipo de lecho higiénico, intenta no cambiárselo para evitar que aparezcan problemas

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