La alimentación de tu gato
adulto
Cuando tu
gato ha llegado a la madurez, es decir a los 12 meses de edad, es el momento de
establecer una rutina alimentaria regular. Para gozar de una óptima condición
física, la alimentación de tu gato debe contener el equilibrio justo de los
seis principales grupos de nutrientes: proteínas, materias grasas, minerales,
vitaminas, hidratos de carbono y agua. Todo alimento preparado de buena calidad
formulado para gatos, debe ofrecer a tu animal de compañía este equilibrio
nutricional básico.
Gracias a
los progresos en el ámbito de la nutrición de los animales de compañía, puedes
obtener en los establecimientos una amplia gama de alimentos que responden a
las exigencias específicas de cada gato. Si, por ejemplo, tu gato pasa la mayor
parte de su tiempo en el interior, se podrá beneficiar de la fórmula especial
para gatos de interior, rica en fibra indigestible que facilita el tránsito de
los pelos en el sistema digestivo, evitando así la formación de bolas de pelo.
Los gatos menos activos necesitan menos materia grasa en su dieta y una fórmula
“light” les puede ayudar a conservar la línea.
A menudo hay
gatos que desarrollan una especial sensibilidad a ciertos grupos de alimentos.
En estos casos, tu veterinario podrá recomendarte una fórmula alternativa.
Si las
circunstancias en las que tu gato vive no han cambiado de forma significativa,
no es necesario modificar su alimentación desde que pasa a ser adulto hasta el
final de su séptimo año de vida, para pasarle entonces a una nutrición especial
para seniors.
¿Qué comida debes dar a tu
gato?
Puedes darle
alimento húmedo, seco o una combinación de ambos. Algunos gatos prefieren la
alimentación húmeda por la mañana y que sus dueños les dejen unas croquetas a
su disposición para comerlas durante el día. A diferencia de los perros, los
gatos prefieren que su comida esté crujiente, procura por tanto que permanezca
así.
Si optas por
la comida seca, tu gato la masticará más tiempo que si fuera húmeda y comerá
por tanto más lentamente, beberá más agua y regresará a menudo a comer, en
lugar de comérselo todo de una sola vez. La alimentación seca puede estar al
aire libre todo el día sin estropearse, por lo que puedes dejársela en su
recipiente y tu gato irá a comer cuando le apetezca.
Por el
contrario, si el sirves comida húmeda, tu gato no hará tantas idas y venidas;
se lo comerá de una sola vez, y beberá menos agua. Sirve la comida a
temperatura ambiente para que pueda degustarla y apreciarla debidamente. A
veces hacen falta hasta dos horas para que una lata de conserva ya abierta que
hemos guardado en la nevera se atempere de nuevo. Por sistema, evita darle a tu
gato la comida demasiado fría o demasiado caliente. Una vez abierto, no guardes
un envase de comida húmeda más de 24 horas.
Agua fresca, pero no leche
Encárgate de
que tu gato pueda beber siempre agua fresca, pero no le des leche de vaca.
Contrariamente a lo que se cree, la leche de vaca no es buena para los gatos
porque la mayoría de los gatitos, una vez destetados, pierden la capacidad de
digerir la lactosa. Dale solo leche especialmente preparada para gatos. La
leche es un alimento, no una bebida. Si decides darle a tu animal de compañía
leche especial para gatos, es conveniente reducirle la cantidad de comida
solida que le das.
Carnívoros
Al contrario
que los perros, que pueden adaptarse a un régimen vegetariano, los gatos que no
comen carne o pescado desarrollan ceguera u otras patologías que les debilitan
hasta llegar a matarlos. Los gatos son carnívoros estrictos, es decir, que
necesitan comer obligatoriamente carnes o pescados ¡para sobrevivir!
Los extras
Dar de comer
en tu mano a tu gato los restos de nuestra comida puede parecer que es un gesto
de afecto hacia él, sin embargo la nutrición humana no contiene ciertos
elementos nutritivos esenciales para tu gato; por lo tanto, corres el riesgo de
sobrealimentarlo y de alterar su equilibrio nutricional.
Por regla
general, los alimentos complementarios que puedes encontrar en los
establecimientos se adaptan más a las necesidades de tu gato. Han sido
preparados cuidadosamente para que sean sabrosos y complementen las comidas sin
alterar el equilibrio alimentario de tu gato. Si ofreces un extra a tu gato, no
olvides reducir de su comida principal el aporte calórico equivalente, y
respeta las indicaciones del fabricante.
¿Cuántos extras le doy?
Sigue las
instrucciones que figuran en el dorso de los envases, sin olvidar que son
meramente indicativas. Cada gato es un caso individual; lo más importante es
asegurarle una buena salud y forma física.
¿Cuándo y cómo alimentarlo?
Si
decidiéramos escuchar a los gatos, les serviríamos entre 13 y 16 pequeñas
comidas al día, y cada uno de ellos representaría el equivalente calórico de un
ratón, pero este sistema ocasionaría algunos inconvenientes a los dueños de los
gatos.
Si bien
puedes dejar el alimento seco al aire libre durante unas horas, la alimentación
húmeda no se debe quedar en el recipiente donde come tu gato. A los gatos les
gustan los hábitos regulares, es recomendable alimentarlos a la misma hora y en
el mismo lugar cada día y preferentemente en un lugar alejado de donde comemos
las personas.
Elije un
lugar tranquilo, lejos de la agitación de la vida cotidiana. Es mejor que tu
gato coma sobre una superficie fácil de limpiar, como una alfombrilla o sobre
un suelo de linóleo. Pon su tazón lejos de la caja de la arena de gatos y si
tienes dos gatos es aconsejable tener los dos tazones a una cierta distancia
entre ellos para evitar los enfrentamientos y las peleas.
Dale agua
fresca en un recipiente grande de metal o de cerámica. De esta forma
favorecerás el buen funcionamiento de los riñones y se reducirá el riesgo de
que tu gato sufra la enfermedad de las vías urinarias bajas. Algunos gatos
prefieren beber agua corriente de un grifo, de los charcos del jardín o incluso
de la taza del inodoro, a beberla en su recipiente. Debemos evitar esta
costumbre lo antes posibles ya que las sustancias químicas de limpieza podrían
ser toxicas para tu gato.
Modificar su régimen
alimentario
La digestión
de los gatos es diferente de la nuestra y se puede alterar fácilmente ante un
cambio de alimento, tanto al pasar de alimentación en lata a croquetas o bien
de una marca de comida a otra. Toda transición debe realizarse de una forma
progresiva, aumentando poco a poco la cantidad del nuevo alimento durante al
menos siete o diez días, de forma que tu gato se pueda ir adaptando. Pero no te
sorprendas si tu gato sufre alteraciones digestivas al principio de este
cambio, es habitual.
Gatos con sobrepeso
Los gatos
con sobrepeso son más susceptibles de desarrollar diabetes, problemas cardíacos
y respiratorios, cálculos en la vejiga y artritis.
Si el
sobrepeso de tu gato llega a ser preocupante, prueba una dieta especial
“ligera” (light). La comida ligera para gatos contiene poca materia grasa pero
incluye todas las vitaminas y minerales necesarios, por lo que le puedes
disminuir el aporte de calorías sin reducir las raciones o los elementos
nutritivos. Estas dietas light ayudan no solo a que los gatos con sobrepeso
recuperen su peso normal, sino también a que los gatos poco activos se
mantengan en buena forma.
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