Algunos perros son
asustadizos por naturaleza o más propensos a desarrollar un sentimiento de
temor. El miedo también es una emoción que muchos perros sienten en función de
sus vivencias. Estos miedos a menudo van ligados a las prácticas veterinarias,
a unos castigos demasiado severos, al aislamiento, a las tormentas o a los
ruidos fuertes.
En situaciones
extremas, los perros asustadizos o ansiosos pueden escaparse, orinar
involuntariamente o incluso morder. Aunque los factores a menudo varían en cada
caso, existen algunos métodos generales que permiten atenuar y resolver el
problema.
Ayudarle a vencer el miedo
Si descubres la causa
del miedo o de la ansiedad, es más fácil enfrentar al perro al objeto que le
provoca el miedo y recompensarlo por un comportamiento tranquilo. Esta técnica
se denomina “desensibilización”. Si tratas a un perro asustadizo, evita las
reprimendas o los métodos de educación demasiado severos, que son siempre malas
técnicas. Esto no haría más que agravar el problema.
En caso de agresión
vinculada al miedo, un etólogo podrá aconsejarte sobre el tema de la seguridad
y el tratamiento adecuado. Con paciencia y esfuerzos continuos por tu parte, un
perro asustadizo podrá, con seguridad, recobrar la confianza en sí mismo.
En algunos casos
extremos, se recomienda que los perros asustadizos reciban un tratamiento
temporal contra la ansiedad prescrito por un veterinario y combinado con un
programa de educación. Pero la mejor solución consiste en detectar la causa de la
ansiedad y llevar a cabo un programa de educación que enseñe al perro a superar
sus temores sin medicación.
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