martes, 22 de octubre de 2013

Alcanzar el equilibrio justo






Alcanzar el equilibrio justo
Para una condición física óptima, la alimentación de tu gato debe contener los seis elementos nutritivos principales: proteínas, materias grasas, minerales, vitaminas, hidratos de carbono y agua. Salvo en caso de una gata gestante o lactante, no hay ninguna razón para alterar este equilibrio nutricional entre el inicio de la edad adulta (12 meses de edad) y el final del sexto año de vida de vuestro gato.
Contrariamente a los perros, los gatos son carnívoros estrictos. Necesitan comer carne ya que sin ella pueden caer gravemente enfermos. La razón es que son incapaces de fabricar su propia taurina, un aminoácido esencial que les asegura el buen funcionamiento cardiaco y una buena vista. Los gatos también tienen necesidad de una cantidad de proteínas alimentarias y de un equilibrio de sustancias nutritivas diferentes, en comparación con los perros. Una concentración óptima de proteínas ayuda a tu gato a conservar la movilidad muscular y su agilidad.
Algunos propietarios de gato olvidan que, como los humanos, los gatos necesitan toda una variedad de elementos nutritivos para equilibrar su alimentación. Una alimentación preparada comercial, de buena calidad para gatos contiene el equilibrio justo de dichos elementos, y su sabor complacerá a tu gato.

Proteínas
Las proteínas son elementos nutritivos vitales que liberan energía y colaboran en la formación de los músculos, la piel, el pelo, los anticuerpos, las enzimas, la hemoglobina y las hormonas, además de favorecer la coagulación sanguínea. Los gatos necesitan una mayor cantidad de proteínas que los perros, ya que sus enzimas trabajan a un ritmo más elevado. La carne de buey, de pollo y el hígado son buenas fuentes de proteínas.

Materias grasas
Las materias grasas son una excelente fuente de energía, ya que proporcionan el doble de energía que las proteínas o los hidratos de carbono. Además mejoran el sabor y la digestibilidad de los alimentos.
Hidratos de carbono
Los hidratos de carbono se componen de azúcares simples (como los azúcares, que liberan energía rápidamente) y de hidratos de carbono complejos (como el almidón y las fibras, que liberan la energía más lentamente). Los cereales, el arroz y las legumbres son buenas fuentes de hidratos de carbono.

Minerales
 Los minerales son importantes para la estructura ósea y los dientes, para el equilibrio de fluidos corporales y para el metabolismo básico. Un exceso de un solo mineral puede provocar problemas de salud; por lo tanto, hay que vigilar que las diferentes sustancias minerales estén correctamente equilibradas.

Vitaminas
Al igual que los minerales, las vitaminas son fundamentales para un crecimiento sano. Un exceso o una falta de vitaminas pueden provocar problemas de salud. Las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) se almacenan en el tejido graso de tu gato, en tanto que las vitaminas hidrosolubles (Complejo B, y C) son excretadas en la orina.

Leche y agua
Una vez destetados, los gatos no necesitan más leche. En realidad muchos gatos presentan una intolerancia a la lactosa de la leche (azúcar de la leche) que les puede provocar diarrea. En la actualidad encontramos prácticamente en todas partes, leche especial para gatos con un bajo contenido en lactosa, pero hay que tener en cuenta que la leche es un alimento y no un sustituto del agua.
Los gatos no pueden vivir sin agua. El agua regula la temperatura del cuerpo, transporta los elementos nutritivos, participa en las reacciones químicas y en la digestión y elimina los residuos. Procura que tu gato tenga siempre agua limpia y fresca a su disposición para beber, a poder ser, en un recipiente metálico o de cerámica. Ello favorecerá el buen funcionamiento de sus riñones y reducirá el riesgo de la enfermedad felina de las vías urinarias bajas.
Algunos gatos, en lugar de beber agua de su recipiente, prefieren beberla del grifo, de un charco del jardín ¡o incluso del lavamanos! (pero cuidado si tu gato prefiere beber de los lavabos, porque los productos químicos de limpieza pueden provocar problemas estomacales, como úlceras).

Alimentos húmedos
Tapa las latas de alimento abiertas con un film protector y guárdalas en el frigorífico para consumirlas antes de 24 horas. Hay que servirle siempre la ración a temperatura ambiente para que la comida sea apetecible y fácil de digerir. No le ofrezcas nunca alimentos para perros.

Alimentos secos completos
La alimentación seca para gatos tiene mucho éxito gracias a las proteínas de alta calidad que incluyen, a un justo equilibrio de elementos nutritivos y a una buena textura, que asegurará a tu gato una dentadura sana. Los alimentos secos son más concentrados que la alimentación húmeda; por lo tanto, hay que servirlo en pequeñas cantidades.
Comprueba que en el envase indique la palabra “completo” y no “complementario”, ya que podrías estar comprando golosinas en vez de una comida equilibrada. Si le cambias del alimento en lata a las croquetas, introduce la nueva alimentación de forma progresiva durante un periodo de siete a diez días. No olvides nunca dejarle un recipiente con agua fresca, ya que los alimentos secos solo contienen un 10% de humedad.
Una buena solución también puede ser dar a tu gato una mezcla de alimento húmedo y seco. Por ejemplo, puedes darle alimento húmedo por la mañana y las croquetas por la noche con el objetivo de variar.

Carne fresca y otros alimentos
Atención, porque la carne fresca puede contener parásitos, mientras que la carne cocinada puede ser rica en materias grasas y no ofrecer un equilibrio adecuado de elementos nutritivos.
Si ofreces a tu gato carne o pescado fresco, se recomienda quitarles los huesos o las espinas ya que un fragmento de hueso podría alojarse en su garganta. No se le debe dar nunca pequeños huesos tiernos (huesos de pollo o costillas de cerdo) ya que podrían clavársele en la boca o la garganta.
Igualmente se debe evitar darle hígado para complacerle, ya que podría llegar a ser rápidamente “adicto”, y un exceso de hígado puede provocar enfermedades por su elevada concentración de vitamina A.
A algunos gatos les gusta el queso, el yogur y los huevos hervidos, pero no hay que olvidar que los alimentos para humanos no son equilibrados nutricionalmente al 100% y en consecuencia tu gato no debería comerlos con frecuencia. Un huevo crudo añadido periódicamente a la nutrición de tu gato puede provocar una carencia de biotina (vitamina), que a su vez puede provocar una dermatitis (inflamación de la piel), pérdida de pelo o un crecimiento deficiente.

Suplementos nutritivos

Un gato normal, sano y con una alimentación completa y equilibrada, no necesita suplementos nutritivos. Sin embargo, un gato alimentado con los restos de comida de la mesa, que no hace ejercicio suficiente o que está enfermo, puede tener unas necesidades nutricionales específicas.
Algunos propietarios piensan que se debe añadir un suplemente de calcio a las gatas gestantes o lactantes y a los gatitos en pleno crecimiento. Es cierto que en estas circunstancias se requiere un mayor aporte de minerales, pero éste debe obtenerse a través de una buena alimentación de calidad y equilibrada. El hecho de añadirlos de manera desproporcionada a otros elementos nutritivos puede contribuir a deformar la estructura ósea del animal y provocar otros problemas de salud.

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