Encontrar al cachorro más
adecuado
Después de
haber encontrado la raza perfecta, ha llegado el momento de buscar al cachorro
más adecuado. La primera etapa consiste en encontrar un centro o un criador de
animales responsable.
Encontrar un criador
Cuando
compras un cachorro a un propietario o a un criador, el proceso de evaluación
funciona en ambos sentidos. Tú quieres asegurarte de sus referencias y ellos
quieren tener la certeza de que tú ofrecerás un hogar agradable al animal.
Generalmente en la secretaria de los Clubs de Raza disponen de una lista de
camadas disponibles o pueden ponerte en contacto con los criadores de buena
reputación de tu zona. También puedes asistir a un concurso de perros para
encontrar los criadores y los propietarios y obtener informaciones más
detalladas.
Las
cuestiones que debes plantear al criador
·
¿En qué
medida están interesados por la raza? Por ejemplo: exposiciones, agility,
formación en obediencia o simplemente la crianza de perros.
·
¿Se centran
en una sola raza? Intenta averiguar si la atención que prestarán a tu cachorro
potencial lo prepara correctamente para su vida de animal de compañía.
·
¿Cuántas
camadas obtienen cada año? Los criadores responsables no tendrán jamás más de
una camada por hembra y por año.
·
¿Dónde
criarán la camada? Los cachorros que crecen con la posibilidad de correr por
doquier en una casa animada, en medio de gatos, perros, niños y de muchos
visitantes, tendrán un comportamiento más sociable que los criados en un hogar
más tranquilo o en una caseta.
·
¿Qué apoyo
ofrecen? Generalmente, los criadores responsables ofrecen consejos y aportan su
apoyo durante toda la vida del animal y piden a quien entregan el cachorro que
sea capaz de ocuparse de él, sea cual sea la edad del animal.
·
¿El estado
de salud de los perros ha estado controlado para detectar posibles problemas
genéticos propios de la raza?
Conocer a los padres
Si estás satisfecho
de tu intercambio de impresiones con los criadores, ha llegado el momento de
organizar un encuentro. Busca un criador que te parezca amable y digno de
confianza, con los perros de buena apariencia, buena salud y tranquilos. Los
perros deben estar tratados con respeto y el criador debe interactuar
libremente y con amabilidad con cada uno de ellos.
Debes
conocer a la madre del cachorro – sé muy cauteloso si no te autorizan a verla o
a ver el entorno del criadero. Su pelaje y su estado general puede que no sean
muy óptimos después de un parto. Es natural que ella esté un poco en guardia
cuando estemos observando su camada, pero deberá mostrarse más atenta que
nerviosa o agresiva.
Hay pocas
probabilidades de que el padre esté presente durante tu visita. La mayoría de
los criadores recorren a un semental que se adapte perfectamente a su perra.
Infórmate sobre el carácter, salud y pedigrí del padre. Su pedigrí (ancestros /
árbol genealógico) debe remontarse al entorno de 5 generaciones. Lo ideal es
poder ver una foto para juzgar si es un buen ejemplo físico de la raza.
Escoger a tu cachorro
Por norma
general, conocerás a tu cachorro cuando tenga unas seis semanas de vida. Si es
posible, intenta verlo hacia las tres o cuatro semanas. A esta edad los cachorros
son cada vez más y más juguetones, extrovertidos, traviesos e interesados por
su entorno.
Evita los
cachorros nerviosos, enfermizos o demasiado excitados, ya que su adiestramiento
y su socialización pueden necesitar más tiempo. Los cachorros deben ser
regordetes, pero no gordos y no presentar ningún bulto ni protuberancia. Evita
también escoger a un cachorro que tenga el vientre hinchado, ya que puede ser
síntoma de lombrices. Asegúrate de que el animal no tenga una hernia umbilical
(inflamación del ombligo).
Comprueba
que los ojos, orejas, nariz, el trasero y el pelaje estén limpios. Los ojos
deben ser brillantes. Las orejas no deben estar sucias ni rojas, ni oler mal,
ni tener picor. Finalmente, el pelaje no debe presentar ninguna zona desprovista
de pelos ni ninguna rojez.
Sitúa
al cachorro en el suelo y da una palmada o un pequeño grito agudo. ¿El cachorro
reacciona? La sordera es un gran problema en algunas razas (los Dálmatas, por
ejemplo) y en concreto en las razas blancas. Por lo tanto, te aconsejamos que
no escojas un cachorro que no reaccione a los ruidos repentinos y evidentes.
El tiempo es importante
El tiempo
que los cachorros pasan con su madre y con sus hermanos y hermanas es
fundamental. Es ahora cuando aprenden la manera de comunicarse y lo que pueden
y no pueden hacer. Por regla general, debes recoger a tu cachorro cuando tenga
de siete a ocho semanas (algo más tarde en algunas razas), pero si debes
esperar hasta las 12 semanas, entonces escoge un cachorro que proceda de un
hogar animado. Hay que indicar que algunas pólizas de seguros no cubren a los
perros que salen del criadero antes de las ocho semanas.
Adoptar a un cachorro en un
centro de adopción
Hay
muchísimos cachorros de todas las razas que pueden ser adoptados en los albergues
y protectoras en todos los rincones del país. Un centro de calidad estará
equipado de rediles limpios y acogedores, con una zona resguardada y caliente
donde los perros puedan dormir, un amplio espacio donde puedan desahogarse y
una multitud de juegos.
El personal es simpático, atento y competente y te hará muchas preguntas sobre ti y tus costumbres para poder determinar qué perro te conviene más. La mayoría de los centros de adopción realizan visitas a domicilio para confirmar cómo es tu casa y tu situación. La mayoría también castran a sus perros antes de darlos o insisten para que firmes un acuerdo que garantice que tú te encargarás de que le operen.
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