martes, 29 de octubre de 2013

Perros posesivos





Generalmente los perros compiten unos con otros así como con su familia: para recibir atención, por su sillón preferido, por los juguetes y el acceso a la comida. La vida en un grupo social tiene sus ventajas, claro, pero también puede ser causa de estrés cuando ciertos elementos o ciertas actividades son particularmente codiciados o escasos. La mayoría de perros parecen reconocer los límites y ceden ante los miembros de su familia. Sin embargo, en algunos casos, amenazan a todos los que se oponen a ellos, gruñendo y llegando incluso a morder.

Reconocer un comportamiento posesivo

“La agresión posesiva” es el término utilizado para describir un comportamiento amenazador: el perro fija la vista, vigila, gruñe, muestra los dientes o muerde, cuando se trata de comida, juguetes u otros elementos que le pertenecen. Contrariamente a la agresión ligada a la dominancia, que acostumbra a aparecer por primera vez en jóvenes adultos (más frecuente en los machos), la agresión posesiva puede observarse en los cachorros o los perros de ambos sexos. Aunque ciertos perros que muestran agresión de dominancia tienen antecedentes de comportamiento posesivo cuando eran cachorros, no todos los cachorros agresivos serán forzosamente adultos agresivos.

¿Qué puedes hacer?

Al igual que en el resto de categorías de comportamiento agresivo, la agresión posesiva puede comportar graves mordeduras. Hay que enseñar a los cachorros que este comportamiento no es aceptable. Un método eficaz, utilizado por los adiestradores, consiste en enseñar al cachorro a soltar los objetos cuando se le ordena. Se trata de empezar por los elementos menos interesantes y de recompensar al cachorro cuando los suelta (idealmente, haciendo que se aleje enseguida del objeto y se siente) con una golosina para apartarlo. También se aconseja la prevención, sobre todo en los hogares con niños. Por ejemplo, los perros que se estresan, en particular si se le acerca alguien mientras comen, se deben poner aparte durante sus comidas. Los que gruñen o que muerden cuando muerden o juegan con los juguetes, solo deben tener acceso a los juguetes cuando están separados del resto.

El control es la clave

Lo más importante a tener en cuenta es que la agresividad, sea cual sea lo que la motive, no puede “curarse”, solo controlarse. Si tu perro gruñe, muestra los dientes o muerde, pide a tu veterinario que te indique un especialista en comportamiento animal.


No hay comentarios:

Publicar un comentario