martes, 29 de octubre de 2013

Los problemas de la bandeja sanitaria de los gatos





Los problemas de la bandeja sanitaria
Los gatos son animales muy minuciosos y su rutina de aseo puede alterarse fácilmente por los cambios que aparezcan en su entorno. No debe sorprendernos que los problemas de mayor frecuencia, en cuanto al comportamiento de los gatos, estén relacionados con la bandeja de arena absorbente donde hacen sus necesidades. Por suerte, acostumbran a poder resolverse con bastante facilidad.
Si tu gato rechaza utilizar la bandeja sanitaria, consulta con tu veterinario antes de hacer ninguna otra cosa. Un examen físico completo, incluyendo un análisis de orina, heces y sangre, determinará si la causa es de origen médico.

¿Dónde colocar la bandeja sanitaria?
Si se ha descartado que tu gato sufra algún problema médico, entonces lo siguiente que debes hacer es colocar varias bandejas sanitarias a su alcance. Tienes que tener tantas bandejas como gatos tengas más otra bandeja a modo de suplemento. Deben ser recipientes grandes, lisos y planos y si además tu gato necesita tener más intimidad, puedes facilitarle una bandeja cubierta. Si pueden escoger, los gatos prefieren hacer sus necesidades en espacios limpios y al descubierto. Pueden mostrarse desconfiados debido al emplazamiento de la bandeja cerca de ruidos, humedades o zonas con olores desagradables. Hay que colocar la bandeja sanitaria en un lugar apropiado y frecuentado por tu gato. Un sótano no suele ser buena elección. Coloca la bandeja de arena lejos de su recipiente de comida.

Limpieza
Hay que limpiar la bandeja sanitaria de tu gato una vez al día. Si la limpias con más frecuencia, tu gato no entenderá para qué sirve porque habrás eliminado todos los olores. Por el contrario, si esperas demasiado tiempo a limpiarla y a cambiar la arena absorbente, tu gato la rechazará por su mal olor y acudirá a otro lugar a hacer sus necesidades.
A los gatos que han adoptado la costumbre de hacer sus necesidades fuera de la bandeja sanitaria, los debemos conducir con cariño hasta la bandeja de arena, una o dos veces al día. Si hacen sus necesidades dentro de la bandeja, se les recompensa. Puedes intentar colocar la bandeja en un lugar al que tu gato acuda asiduamente, para que lo asocie con su higiene y cuidados. Si tu gato decide acudir a un lugar al que no quieres que vaya, prueba con poner trozos de papel de aluminio porque a los gatos no les gusta el contacto de sus patas sobre esta superficie. También puedes intentar alejar su recipiente de comida lejos de la zona de aseo: ¡a los gatos no les gusta comer en su lavabo!
También tienes que limpiar a fondo este lugar y rociarlo con un aerosol que huela de forma desagradable para tu gato, como por ejemplo spray de feromonas que puedes obtener de tu veterinario o en comercios especializados. Si tu gato elije asearse en tu cuarto de baño, evítalo simplemente cerrando la puerta de acceso.

Finalmente, si tu gato se ha acostumbrado a cierto tipo de lecho higiénico, intenta no cambiárselo para evitar que aparezcan problemas

Señales olfativas y marcaje del gato






Señales olfativas y marcaje
Poner sus marcas olfativas y marcar su territorio es un comportamiento normal para un gato, ya que le sirven como tarjeta de visita personal. Las marcas, que están destinadas a otros gatos, se realizan a la altura del hocico del animal y proporcionan información sobre la edad, el sexo, el estado de salud y el lugar de quien las ha realizado. A diferencia de una micción o eliminación normal de orina, para marcar su territorio el gato está de pie, buscando generalmente un soporte vertical al que luego rodea. En las zonas o regiones donde abundan los gatos, las marcas olfativas contribuyen a su integración en el grupo, minimizando los enfrentamientos. Sin embargo, el dejar marcas olfativas, a veces genera problemas.

Qué hacer si tu gato deja marcas olfativas en tu casa
Un gato que deja marcas olfativas cerca de la puerta de entrada de casa, en las cortinas o en los bordes de las ventanas indica que se puede sentir amenazado desde el exterior, mientras que si deja las marcas olfativas bajo las puertas, en una cama o un mueble cambiador del bebé, podría significar que está confiado y mezcla su olor con el de su dueño.

Limpieza
Limpia los lugares que ha marcado tu gato con un poco de lejía biológica diluida con un poco de agua caliente de manera que se eliminen las partículas proteicas contenidas en la orina. Aclara luego cada lugar con agua fría y déjala secar. Finalmente pulveriza con alcohol desinfectante toda la zona para eliminar depósitos de grasa y deja secar bien la habitación antes de permitir que el gato entre de nuevo. Otra solución consiste en conseguir un aerosol especial a través de tu veterinario o en tiendas especializadas en accesorios de animales de compañía que permita tapar el olor de las feromonas felinas.

Marcas olfativas como consecuencia de un problema de salud
Lleva a tu gato al veterinario para que excluya el FLUTD (enfermedades de las vías urinarias inferiores). Esta enfermedad puede ser tratada, pero en algunos casos llega a tener un desenlace fatal. En ningún caso hay que confundirlo con el marcaje del territorio o el marcaje olfativo, porque aunque en ambos casos el gato deposita su orina fuera de la bandeja sanitaria, las causas y el tratamiento son muy diferentes.

Prevención
Algunos dueños con este problema, cubren los objetos de las habitaciones afectadas con un film transparente muy fino, o ponen una bandeja sanitaria o pequeños comederos con alimento seco para gatos para distraer a su gato.
Valora si la seguridad de tu gato está amenazada. Hay varias situaciones que pueden originar problemas como por ejemplo la instalación de una gatera, la incorporación de un nuevo gato o la aparición de un bebé en casa, además de cambios en la disposición de los muebles de una habitación que el gato visita con frecuencia, o de hacer obras en casa. Evita reñir a tu gato porque son animales que no se dejan atrapar con las manos en la masa y tu enfado solo le provocaría confusión. Su miedo, el cual ha provocado que deje las marcas olfativas, se verá más reforzado. Limita el acceso de tu gato a las zonas de la casa que se están renovando o reformando. Reduce también la extensión del territorio del animal, evitando que acceda a varias habitaciones. Puedes habituarlo al nuevo territorio poniéndole allí comida, objetos o juguetes que ya conozca.
En investigaciones recientes, se ha averiguado que las glándulas de la cara del gato producen unas sustancias químicas tranquilizantes. Frota un tampón de algodón o una compresa en la mejilla de tu gato o en las glándulas del mentón y después frótalas sobre las zonas marcadas con orina. Haciendo esto quizás puedas reducir el miedo de tu gato y cambiar su comportamiento.

Alrededor del 80% de los gatos castrados dejan de marcar con la orina como efecto inmediato tras la castración. En casos difíciles habrá que consultar con un veterinario especialista en comportamiento animal o proceder a un tratamiento médico.

La anatomía del gato






La anatomía del gato
Los gatos son animales mamíferos. Esto significa, que al igual que los humanos, paren pequeños seres vivos que la madre alimenta con su leche y que cuida hasta que sean lo suficientemente mayores como para ser autónomos.
Los gatos son carnívoros (comen carne) y fácilmente se convierten en depredadores especialmente bien adaptados, de otros animales. Los gatos domésticos están hechos para cazar pequeñas presas como pájaros y pequeños mamíferos, como los ratones, aunque un gato valiente puede incluso atacar presas mayores como conejos jóvenes.

El esqueleto
·         El esqueleto es la estructura interna del cuerpo, constituido principalmente por la columna vertebral, las patas traseras y las patas delanteras.
·         Protege a los delicados órganos internos 
o    El cráneo protege al cerebro y a los órganos sensoriales, como los ojos.
o    La pelvis protege los órganos abdominales inferiores como el útero en las hembras.
o    Las vértebras (columna vertebral) protegen los nervios que forman la medula espinal.
o    Las costillas protegen todos los órganos que se encuentran en el tórax, como el corazón y los pulmones.
·         Permite el movimiento. Cuando los músculos que se encuentran alrededor de una articulación se contraen, los huesos se mueven y las articulaciones se doblan. Es la fuerza muscular de las patas traseras del gato lo que le permite saltar y cazar a sus presas.
·         Produces blood cells.
·         Stores important minerals such as calcium and phosphorus.
Aunque los gatos tienen aproximadamente la misma cantidad de huesos que los humanos, su forma es diferente y están adaptados en especial para responder a las exigencias depredadoras del gato. El esqueleto de un gato es fuerte, pero a la vez muy ligero. Su columna vertebral es muy flexible para permitirle una gran agilidad para saltar y moverse con rapidez. La flexibilidad y la fuerza de sus articulaciones le permiten también dar saltos a gran distancia sin hacerse daño y su larga cola es importante para mantener el equilibrio.
La piel
En realidad la piel es el órgano de mayor tamaño que tiene un animal. Su principal función es la de proteger al cuerpo de infecciones, heridas físicas y de la pérdida de calor y de agua. La piel de un gato está unida a las estructuras subyacentes de forma más débil que la de los humanos, lo que permite aumentar aún más su flexibilidad.
La piel del gato está recubierta de pelo (aunque ciertas razas han sido seleccionadas para que carezcan de él). Los pelos son importantes porque permiten mantener el calor corporal y protegen la piel de heridas. Pueden reaccionar ante una amenaza y erizarse para que el gato parezca tener mayor tamaño.
Los pelos tienen un importante papel indirecto en la protección del gato. En la naturaleza, los colores del pelaje del animal pueden ser sensibles a su entorno. Los gatos no domesticados que poseen un pelaje atigrado son los más propensos a sobrevivir y a reproducirse, porque el color del pelaje les sirve de camuflaje frente a sus depredadores y a la vez aumenta las probabilidades de éxito en la caza de sus presas. Por el contrario, en el medio urbano son los gatos de pelo negro o blanco y negro los que predominan, aunque este fenómeno actualmente es menos marcado debido a la influencia de la cría selectiva.
Hay ciertas partes de la piel o del pelaje del gato que han evolucionado para realizar funciones determinadas:
·         Las patas están recubiertas de almohadillas de una piel mucho más espesa que la del resto del cuerpo.
·         Los bigotes son más largos y más espesos que el pelo normal, además son muy sensibles al tacto. Se encuentran tanto en la cabeza como en otras partes del cuerpo y permiten que el gato reciba informaciones del entorno.


Los sentidos

El oído
Los gatos tienen orejas grandes orejas que pueden mover con facilidad, lo que le permite localizar el origen de ruidos muy ligeros. El oído interno trabaja conjuntamente con el cerebro para ayudar a mantener el equilibrio.

La vista
Los gatos también tienen una muy buena vista que se ha desarrollado para ayudarles en su función de cazadores. Los ojos son grandes y se sitúan en la parte frontal del cráneo para permitirles una excelente apreciación de las distancias. A diferencia de las pupilas redondas de los humanos, las pupilas del gato son elípticas y se convierten en finas rendijas cuando hay mucha luminosidad. Una capa reflectante detrás del ojo le permite captar toda la luminosidad disponible para tener una mejor visión nocturna. Esta capa reflectante es la que da la impresión de que los ojos del gato brillan en la noche.
Los gatos tienen, además, unos párpados suplementarios que se llaman membrana nictitante (también llamado tercer párpado). Este tercer párpado se desplaza por encima del ojo desde el centro hacia el exterior, por debajo de los párpados externos y constituye una protección suplementaria para el ojo. Esta membrana nictitante no es visible en condiciones normales, por lo que si la podemos apreciar de forma permanente, es un síntomas de enfermedad o problemas físicos.

El olfato
El olfato es un sentido muy importante para los gatos. El olfato les permite marcar su territorio, reconocer a los otros animales (en este caso el olfato es más importante que la vista) y de comunicarse con los otros gatos. El olor es detectado por las terminaciones nerviosas del hocico del gato e interpretado por el cerebro. Los gatos tienen un órgano sensorial suplementario dentro de la boca (órgano de Jacobson) que mejora su sentido del olfato.

El gusto
La lengua del gato está recubierta de zonas sensitivas que le permiten detectar los gustos ácido, amargo y salado. Sin embargo, a diferencia de los humanos, no pueden detectar los sabores dulces.

El sistema respiratorio
El sistema respiratorio transporta el aire desde el hocico hasta unas pequeñas cavidades situadas en los pulmones (llamadas alveolos pulmonares). El sistema respiratorio se encarga de calentar y filtrar el aire para llevarlo a los pulmones, donde el cuerpo absorbe el oxígeno y expulsa el dióxido de carbono en el momento de espirar.

El sistema cardiovascular
El sistema cardiovascular está constituido por el corazón, las venas y las arterias, además de por unos pequeños vasos sanguíneos. Se encarga de transportar la sangre por el cuerpo, aportar oxígeno, nutrientes, células sanguíneas y llevar los residuos hasta el lugar apropiado. La sangre es además importante porque conserva el calor corporal.

El sistema urinario
La función principal del sistema urinario es la de controlar el equilibrio hídrico del cuerpo y la de eliminar las toxinas. Los riñones filtran la sangre y eliminan el exceso de agua y toxinas que van a la vejiga, donde se almacenan hasta que el gato orina y los expulsa. Los productos químicos presentes en la orina se utilizan como medio de comunicación olfativa entre los gatos.

El sistema digestivo
El sistema digestivo se encarga de absorber la comida para incorporarla al cuerpo, descomponiendo y absorbiendo todos los nutrientes antes de expulsar los alimentos no digeribles y el resto de residuos del cuerpo. La digestión empieza en la boca, lugar de absorción de los nutrientes y de la masticación. Los dientes del gato están perfectamente adaptados a su función cazadora. Puede agarrar a sus presas y morderlas con la ayuda de sus colmillos largos y puntiagudos, mientras que sus molares le permiten desmenuzar la carne.

El sistema reproductivo
El gato macho tiene dos testículos que se encuentran justo debajo del ano, en gatos no castrados. Tiene un pene recubierto de pequeñas púas, dolorosas para la hembra en el momento del acoplamiento. Cuando es adulta, la hembra entra en celo regularmente, sobre todo al principio de la primavera que es cuando la hembra es más receptiva a acoplarse. El acoplamiento estimula la producción de óvulos. Una hembra puede llevar varios gatitos al mismo tiempo, a veces incluso de padres diferentes.

El sistema nervioso
Tiene por misión transmitir los mensajes del cuerpo al cerebro y viceversa, a través de los nervios y de la médula espinal. El cerebro se encarga de controlar todos los procesos corporales, desde la respiración hasta el control de la temperatura

El sistema endocrino
Está compuesto de varias glándulas que producen hormonas. Estas glándulas son la hipófisis, la glándula tiroides, el páncreas, los ovarios y los testículos.


El juego






¡A los perros les encanta jugar! Es una gran oportunidad para fortalecer el vínculo que os une y es un ejercicio sano para ambos. El juego representa una parte importante de la educación del perro y permite satisfacer sus instintos caninos básicos. Aquí encontrarás algunas ideas para que el juego sea siempre interesante y divertido para los dos.

El escondite

Una persona se esconde, después de haber mostrado que tiene un juguete favorito o una golosina. Al inicio, escoge un escondite fácil de encontrar, dejando que tu perro mire. Anímale a encontrar la persona, que podrá darle de inmediato el juguete o la golosina a modo de recompensa. El cabo de un rato, haz el juego más difícil. Distrae a tu perro mientras el otro jugador se esconde, utiliza escondites diferentes y cambia de sitio.

Encontrar la golosina

Dile a tu perro “Quieto” y muéstrale una golosina o una galleta que a continuación situarás claramente bajo un cojín o detrás de una silla. Dirígete hacia tu perro con la instrucción “Busca”. Con un poco de entrenamiento, podrás esconder el objeto en varios sitios en la habitación. Haz el juego más difícil extendiéndolo a varias habitaciones y dejando al perro fuera de la habitación mientras tú escondes la golosina.

Juego de pistas

El juego de pistas es muy divertido pero necesita un poco de entrenamiento. Lo primero que hay que hacer es poner una correa larga o una correa flexible a tu perro, con un collar fijo. No utilices collares de estrangulamiento. Dile a tu perro que se quede quieto donde está mientras que tú retrocedes unos 20 metros mostrándole un juguete o una golosina. Arrastra los pies para dejar el máximo olor y mantén la recompensa próxima al suelo para hacer que el perro deba buscar a nivel del suelo. Deja la recompensa al final de la pista, después vuelve por el mismo camino. Ayudándote de la orden “sigue la pista”, anima a tu perro a olisquear el suelo por donde has caminado, hasta encontrar la recompensa. Poco a poco podrás situar pistas más largas, yendo en diferentes direcciones y según diferentes esquemas.

A la caza del tesoro

Intenta este juego cuando tu perro haya aprendido bien a seguir las pistas. Cuando estés en el exterior, haz caer un juguete sin que tu perro lo vea y sigue caminando algunos metros. Después, párate y dile “mira atrás” para animarlo a reencontrar el itinerario (la mayoría de perros son capaces de seguir tu olor incluso sin saber exactamente qué dirección has tomado) hasta que encuentre el juguete. Al principio puedes usar una correa larga para mantener al perro sobre la pista correcta. Al cabo de un rato, aumenta la distancia y sitúa el objeto donde sea un poco más difícil de encontrar. No lo tires muy lejos del lugar por donde has pasado porque sin tu olor el perro no podrá localizarlo.

Ve a buscar

Puedes enseñar a tu perro a jugar a ir a buscar un objeto, ¡incluso sin tener que levantarte del sofá! Ofrécele un juguete a tu perro y, en el momento en que lo lame y que lo olfatea, dile “ves a buscar”. Cuando tu perro haya aprendido a tocar el juguete con su trufa cuando se lo pides y que le dices “ves a buscar”, empieza de nuevo el ejercicio varias veces y después recompénsalo con elogios o una golosina. La próxima etapa es la de aprender a coger el juguete con la boca para traerlo.
Procediendo muy lentamente y por etapas, debes ser capaz de hacerle pasar de la acción de oler a la acción de coger un juguete con la boca cuando se lo ordenes. No pases nunca a la siguiente etapa sin haber obtenido la respuesta al 100% de la etapa actual.
Una vez que hayas conseguido este nivel, deja caer el juguete y dile “ves a buscar”. Cuando tu perro empiece a despabilarse, podrás empezar a lanzar el juguete un poco más lejos cada vez. Recompensa a tu perro solo cuando te traiga el juguete.

Evidentemente no estás obligado a jugar en el salón. Prueba el juego durante un paseo o en el jardín, cuando tu perro haya comprendido la norma. Y atención, porque el juego de “ves a buscar” se puede transformar rápidamente en “persecución” o en “lucha”. ¡Y es muy fácil que sea tu perro quien gane estos juegos!

Normas de convivencia





Antes de acoger en casa un joven cachorro, es importante acordar ciertas normas con cada miembro de la familia, en particular con los niños. ¿Quieres que tu cachorro se suba al sofá para recibir mimos o es un “no” categórico? Cada hogar es diferente y te corresponde a ti determinar los comportamientos que te parecen o no aceptables. Pero con tener unas normas no es suficiente; es igual de importante que desde la llegada del cachorro cada uno de vosotros las aplique de la misma forma.
También conviene pensar en el vocabulario que tu familia utilizará para dirigirse al perro. Por ejemplo ¿Qué palabras utilizarás en su educación y durante la convivencia en familia?
·         Los perros necesitan dormir MUCHÍSIMO. No les molestes cuando están durmiendo.
·         Nunca hagas rabiar a tu cachorro.
·         Si tu cachorro te mordisquea durante una sesión de juegos o se pone demasiado nervioso, la víctima debe “gritar” muy fuerte y darse la vuelta uno o dos segundos ignorando al cachorro.
·         No debes darle nunca los restos de la mesa, porque puede favorecer que se vuelva pedigüeño, además de alterar su digestión.
·         Determina los sitios donde el cachorro puede o no puede estar dentro de casa. Las escaleras pueden ser “zona prohibida” o bien el comedor… Los cachorros no deben tener estar autorizados a subir las escaleras sin vigilancia. Las barreras para escaleras pueden ser útiles para restringir los accesos.
·         Decide dónde dormirá el cachorro y evita cambiar de opinión. Si le dejas que suba a tu cama porque llora, le estarás enseñando que los ladridos en plena noche tienen recompensa.
·         Los niños pequeños no deben coger al cachorro sin supervisión.
·         No se debe molestar al cachorro mientras está comiendo.
·         Confecciona una lista de tareas. ¿Quién se encargará de darle de comer y de los ejercicios? ¿En qué momento? La educación y el aseo también se deben compartir entre todos los miembros de la familia con el fin de crearse los vínculos.
·         Todos los miembros de la familia y las visitas deben ser advertidos de que cualquier objeto que se deje en el suelo se transforma en un juego divertido para el cachorro. Los deberes, cestos, bolsos de mano, ropa… todo debe mantenerse fuera del alcance del cachorro hasta que aprenda cuáles son sus juguetes.


Perros posesivos





Generalmente los perros compiten unos con otros así como con su familia: para recibir atención, por su sillón preferido, por los juguetes y el acceso a la comida. La vida en un grupo social tiene sus ventajas, claro, pero también puede ser causa de estrés cuando ciertos elementos o ciertas actividades son particularmente codiciados o escasos. La mayoría de perros parecen reconocer los límites y ceden ante los miembros de su familia. Sin embargo, en algunos casos, amenazan a todos los que se oponen a ellos, gruñendo y llegando incluso a morder.

Reconocer un comportamiento posesivo

“La agresión posesiva” es el término utilizado para describir un comportamiento amenazador: el perro fija la vista, vigila, gruñe, muestra los dientes o muerde, cuando se trata de comida, juguetes u otros elementos que le pertenecen. Contrariamente a la agresión ligada a la dominancia, que acostumbra a aparecer por primera vez en jóvenes adultos (más frecuente en los machos), la agresión posesiva puede observarse en los cachorros o los perros de ambos sexos. Aunque ciertos perros que muestran agresión de dominancia tienen antecedentes de comportamiento posesivo cuando eran cachorros, no todos los cachorros agresivos serán forzosamente adultos agresivos.

¿Qué puedes hacer?

Al igual que en el resto de categorías de comportamiento agresivo, la agresión posesiva puede comportar graves mordeduras. Hay que enseñar a los cachorros que este comportamiento no es aceptable. Un método eficaz, utilizado por los adiestradores, consiste en enseñar al cachorro a soltar los objetos cuando se le ordena. Se trata de empezar por los elementos menos interesantes y de recompensar al cachorro cuando los suelta (idealmente, haciendo que se aleje enseguida del objeto y se siente) con una golosina para apartarlo. También se aconseja la prevención, sobre todo en los hogares con niños. Por ejemplo, los perros que se estresan, en particular si se le acerca alguien mientras comen, se deben poner aparte durante sus comidas. Los que gruñen o que muerden cuando muerden o juegan con los juguetes, solo deben tener acceso a los juguetes cuando están separados del resto.

El control es la clave

Lo más importante a tener en cuenta es que la agresividad, sea cual sea lo que la motive, no puede “curarse”, solo controlarse. Si tu perro gruñe, muestra los dientes o muerde, pide a tu veterinario que te indique un especialista en comportamiento animal.


viernes, 25 de octubre de 2013

jueves, 24 de octubre de 2013

Cuidados en función del tipo de pelo








Cuidados en función del tipo de pelo
El cepillado presenta una doble ventaja. Por una parte, permite repartir las grasas protectoras sobre el pelaje y por lo tanto, mantener la piel sana y limpia. Por otra, supone también una actividad relajante tanto para ti como para tu perro. Sin embargo, las técnicas de aseo son distintas según los tipos de pelaje y por eso es importante saber cómo hay que mantener en condiciones las diferentes longitudes de pelo.

Cepillado del pelo liso
Contrariamente a lo que sucede en las razas de pelo largo, los perros con el pelo liso no necesitan un cepillado diario. Con hacerlo una vez a la semana es suficiente para eliminar las células de la piel y los pelos muertos. Se utiliza primero un cepillo de caucho para soltar los pelos muertos y la suciedad, y a continuación un cepillo de cerdas para retirarlo.

Cepillado del pelo corto
Un perro de pelo corto necesita un cepillado regular para evitar la formación de nudos. Empieza con una carda de púas para sacar los enredos de pelo y los nudos y después utiliza un cepillo de cerdas para retirar los pelos muertos y la suciedad. No cortes jamás los enredos con tijeras.

Cepillado del pelo largo

El pelo largo requiere una atención diaria. Empieza por deshacer los enredos de pelo usando una carda de púas o un peine. No cortes nunca los enredos con tijeras. Peina los pelos con la ayuda de un peine de púas largas, poniendo especial atención en la zona posterior, la cola y las patas. Corta todos los pelos rebeldes.

El aseo del cachorro







El aseo del cachorro
El aseo no solo consiste en dar una apariencia bella a tu cachorro. Un cepillado realizado con regularidad permite eliminar los pelos muertos, garantizar una piel y un pelaje sanos y verificar el estado de salud general de tu cachorro. También se trata de un momento esencial que compartes con tu animal y que te permite desarrollar vuestra relación, establecer un vínculo de confianza y aprender a entenderos. Además, está probado científicamente que las sesiones de cepillado reducen el estrés y la tensión arterial del propietario…. ¡pero también del cachorro!

Cepillado
Ante todo hay que saber que el manto de un cachorro es bastante diferente al de un adulto. Puede ser más suave, aterciopelado y más cortó. Dicho esto, es importante que tu cachorro se familiarice con el cepillado incluso si aún no lo necesita. Si tu cachorro se acostumbra a estos cuidados y aprende a disfrutarlos, el aseo será mucho más fácil de llevar a cabo.
Sienta a tu cachorro en tu regazo, acaríciale y empieza a cepillarlo suavemente.
·         Felicítalo, con una voz calmada y tranquila, por su buen comportamiento.
·         Pasados dos minutos, deja de cepillarlo y ofrécele una pequeña recompensa.
·         Repite esta sesión varias veces al día, alargando progresivamente el tiempo que estás cepillándole.
·         Si tu cachorro intenta morder o jugar con el cepillo, apártalo pero sin ceder. Los cachorros rápidamente aprenden que si desobedecen desviarán tu atención.
·         Al cabo de cinco días, una vez que el cachorro esté familiarizado con la sensación, empieza a asearle el vientre, la cola, las orejas y otras zonas sensibles. Hazlo muy suavemente y asegurándote de que estas primeras sesiones sean cortas y agradables.
·         Tócale las patas y examina las uñas y los dedos de los pies.
·         Examina el interior de las orejas y ábrele delicadamente la boca.
·         Al cabo de unas semanas, cuando el cachorro se haya acostumbrado a estas sesiones, pasa a realizar el aseo sobre una mesa con superficie antideslizante o sobre el suelo, en un lugar concreto, vigilando que haya espacio suficiente para que también pueda instalarse en él cuando haya crecido del todo.
·         Gracias a estas pautas, tu perro se acostumbrará a ser manipulado. Termina siempre tus sesiones con una pequeña recompensa o un juego.
Tipo de Pelaje
Cuando tu cachorro esté acostumbrado al aseo, el tipo de cuidados a realizar dependerá del pelaje del animal.
Pelaje liso – Las razas de pelo liso no necesitan más que un aseo limitado. Es suficiente con una pequeña sesión por semana. Deberás utilizar un cepillo de caucho o una manopla de aseo para soltar los pelos muertos y la suciedad, y después un cepillo de cerdas para retirarlos.
Pelaje corto – Las razas de pelo corto necesitan un cepillado regular con el fin de evitar la formación de enredos y nudos. Empieza con una carda para sacar los enredos y los nudos, utilizando después un cepillo de cerdas para soltar los pelos muertos y la suciedad. No cortes nunca los enredos con tijeras.
Pelaje largo - El pelo largo requiere una atención diaria para evitar la formación de nudos. Empieza por usar una carda o un peine para deshacer los enredos. No cortes nunca los enredos con tijeras. Peina los pelos con la ayuda de un peine de púas largas, poniendo especial atención en la zona posterior, la cola y las patas. Corta todos los pelos rebeldes.
Pelaje sedoso - El pelo sedoso requiere mucha atención. Empieza por deshacer los nudos con una carda o un peine, utilizando a continuación un peine de púas finas para hacer resaltar el esplendor natural del pelaje. Para añadir un toque de estilo a tu perro, marca una raya en su dorso y cepilla los pelos hacia abajo de cada costado. Corta los pelos rebeldes.


Cepillado especial
Para ciertas razas es necesario aplicar unas técnicas especiales de aseo del pelaje. 
·         En los Terrier, se debe aplicar una técnica que consiste en arrancar los pelos muertos de la capa de pelo.
·         Ciertas razas, como los Caniches, necesitan un corte con tijeras.
Vuestro peluquero profesional podrá aconsejaros sobre las necesidades específicas de tu perro.
Cuanto más numerosos sean los enredos y los nudos, más se estropearán los pelos de alrededor. Si tu perro posee un manto difícil de cuidar, lo más adecuado es acudir regularmente a una peluquería canina profesional. El peluquero le dará un baño relajante, le secará delicadamente el pelo y le dará un buen cepillado.
Baño
La mayoría de perros raramente necesitan más de dos o tres baños al año – los criadores de concursos desaconsejan, prácticamente del todo, los baños en las razas de pelo áspero. Pero tú corres el riesgo de tener que enjabonar a tu cachorro más a menudo.
·         Si el cachorro es aún pequeño, el lavabo será un sitio perfecto para el baño. Sino, puedes utilizar una palangana de plástico. Cuando tu animal empiece a crecer, utiliza la ducha o una bañera (una vieja bañera de bebé servirá) y utiliza una alfombra antideslizante.
·         Utiliza la teleducha para mojarle el pelo asegurándote de que el agua esté caliente pero no queme.
·         Moja bien el pelo, evitando el agua en los ojos. Separa bien los pelos para que se mojen por completo.
·         Si el cachorro manifiesta algunos signos de nerviosismo, sobre todo durante el primer baño, dile que es un buen perro y tranquilízalo durante todo el rato que dure el aseo. Intenta distraerlo con una recompensa. También puedes colocar la bañera en un lugar menos confinado, para que se siente menos agobiado.
·         Utiliza un champú para cachorros especial para su tipo de pelaje y sigue siempre las instrucciones del envase: algunos champuses deben diluirse.
·         Una vez que hayas enjabonado bien el pelaje, enjuágalo abundantemente. Si queda jabón en los pelos, tu cachorro puede tener picores después.
·         Si utilizas un acondicionador posterior, vigila igualmente que se elimine bien con el enjuague final.
·         Sécalo con ayuda de una toalla ¡antes de que le dé tiempo a sacudirse!
·         Asegúrate de que se quede en una habitación donde haga suficiente calor hasta que su pelo esté completamente seco.
·         Si el pelaje es muy largo, quizás deberás secarlo con un secador de pelo, cepillándole al mismo tiempo. Vuestro criador o peluquero os lo concretará cuando os aconseje sobre el aseo. Mantén el secador a cierta distancia de la piel y evita ponerlo en la posición “muy caliente”, ya que le puede quemar fácilmente. El secador tiene el riesgo de asustar a tu cachorro; por lo tanto, debes ir tranquilizándole durante todo el secado y recompensarle por su buen comportamiento.

·         El cachorro debe tener el pelaje completamente seco antes de poder salir al exterior