Ceguera
Es
sorprendente constatar que la ceguera no complica demasiado la vida de un perro
de compañía, hasta tal punto que numerosos propietarios no se dan cuenta de que
su perro ha perdido la visión hasta que se mudan de vivienda o modifican su
entorno. Si estás preocupado por la visión de tu perro, deberías llevarlo al
veterinario para que lo examine.
Si la
agudeza visual de tu perro disminuye poco a poco, como sucede en el caso de las
cataratas o de las enfermedades genéticas degenerativas, el perro aprende
progresivamente a localizar los muebles, su comedero o incluso las escaleras,
de otra forma y las localiza como si estuviera aún en plena posesión de sus
facultades visuales. Una mala visión no es forzosamente un obstáculo para que
no haga más actividad física al aire libre: un viejo Border Collie ciego desde
los siete años de edad es capaz de mostrar habilidades remarcables durante un
juego que consista en recuperar objetos. Incluso puede disfrutar de largos
paseos atado de la correa, si el suelo es relativamente plano y si conoce el
camino.
Pero si tu perro sufre una disminución de la visión, puedes facilitarle las cosas explotando especialmente sus otros sentidos que están intactos.
Pero si tu perro sufre una disminución de la visión, puedes facilitarle las cosas explotando especialmente sus otros sentidos que están intactos.
Todos
hablamos a nuestros perros. Adapta tu manera de comunicarte verbalmente con tu
perro con ceguera hablándole más a menudo y acentuando más tus inflexiones para
él.
·
Puedes
utilizar el olfato de tu perro para ayudarle a situarse, delimitándole por esta
vía, uno u otro sector de la casa o del piso: por ejemplo, puedes señalarle las
fuentes de peligro como las escaleras, mediante pequeñas cantidades de aceite
de limón o de un saquito de olor.
·
Evita dejar
obstáculos en lugares inesperados y procura no cambiar los muebles de sitio ya
que podría provocarle confusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario