Amputación
Muchos de
nosotros hemos visto alguna vez un perro con tres patas, y la mayoría de perros
se adaptan muy bien a esta situación. Como consecuencia de un accidente o de
una enfermedad, hoy en día la amputación de un miembro es más deseable como
alternativa que la eutanasia. Incluso si se requiere una intervención
quirúrgica y una larga convalecencia, una amputación puede mejorar
considerablemente la calidad de vida del perro, porque elimina la causa de sus
dolores y de su sufrimiento. En la mayor parte de los casos, una amputación
permite salvar la vida del animal.
A menudo, la amputación es la única posibilidad de salvar la vida de un animal herido a causa de un accidente de carretera o de un cáncer de huesos, o de otras enfermedades graves. Desde luego que es difícil para un perro aprender a desplazarse de una nueva forma, pero la mayoría se adaptan modificando el reparto de peso de su cuerpo y vuelven a aprender a caminar, incluso a correr.
La imagen de
un perro feliz y de buen humor, trotando por la calle a tres patas, muestra que
la amputación no es forzosamente el fin del mundo. Hay que verlo sobretodo como
el inicio de una nueva vida y la posibilidad de alargar la vida de un perro de
forma humanitaria, lo cual es positivo.
Cómo ayudar a tu perro a
adaptarse
• Después de la operación, tu perro debe
permanecer en casa. .
• No le incites a saltar.
• De hecho, un perro se adapta muy rápidamente, pero sus patas necesitan tiempo para adquirir la fuerza necesaria para soportar todo el peso del cuerpo. Es por eso que debes aumentar su actividad física de forma muy progresiva.
• Al principio, tu perro no podrá huir de un peligro tan rápido como antes. En consecuencia, tu deberás esforzarte por protegerlo de situaciones de conflicto hasta que sea capaz de defenderse solo.
• Controla atentamente el peso de tu perro, ya que un aumento comporta una pesada sobrecarga para las patas, que complica mucho el reaprendizaje de tu compañero. Este punto es muy importante, ya que los perros pueden tener tendencia a engordar debido a la disminución de su actividad física.
• Asegúrate de que el alimento y el agua sean accesibles para él.
• El cambio sufrido por tu perro puede suscitar cierto nerviosismo en el resto de animales de compañía que tengáis en casa. Debéis empezar por dejar que el paciente rehaga lentamente su relación de contacto con el resto y observa la evolución de la situación.
• Debes prever tiempo suficiente para la fase de curación y de adaptación.
• No le incites a saltar.
• De hecho, un perro se adapta muy rápidamente, pero sus patas necesitan tiempo para adquirir la fuerza necesaria para soportar todo el peso del cuerpo. Es por eso que debes aumentar su actividad física de forma muy progresiva.
• Al principio, tu perro no podrá huir de un peligro tan rápido como antes. En consecuencia, tu deberás esforzarte por protegerlo de situaciones de conflicto hasta que sea capaz de defenderse solo.
• Controla atentamente el peso de tu perro, ya que un aumento comporta una pesada sobrecarga para las patas, que complica mucho el reaprendizaje de tu compañero. Este punto es muy importante, ya que los perros pueden tener tendencia a engordar debido a la disminución de su actividad física.
• Asegúrate de que el alimento y el agua sean accesibles para él.
• El cambio sufrido por tu perro puede suscitar cierto nerviosismo en el resto de animales de compañía que tengáis en casa. Debéis empezar por dejar que el paciente rehaga lentamente su relación de contacto con el resto y observa la evolución de la situación.
• Debes prever tiempo suficiente para la fase de curación y de adaptación.
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