Los gatos
son muy territoriales. Se apresuran a marcar su territorio y no siempre están
dispuestos a recibir a nuevos residentes en él. Además deben saber quién es el
jefe de manada y vivir según una jerarquía social rigurosa. Cualquier recién
llegado que no respete las reglas será sin duda puesto en su lugar rápidamente.
Aquí tienes algunos consejos que facilitan las presentaciones; por si decides
llevar a tu casa un nuevo gato cuando ya tienes uno o dos viviendo contigo.
·
En el
momento de escoger al nuevo gato, ten en cuenta que el clima será más sereno si
uno de los gatos es un gatito o un gato joven, y si los dos gatos están
esterilizados. Los gatos de edad más avanzada es menos probable que sean
acogedores.
·
Presenta al
nuevo gato de forma progresiva. No hay que confrontarlos inmediatamente. Cuando
llevas al nuevo gato hacia tu casa, vigila que el que ya reside en ella se
encuentre en una habitación donde se sienta cómodo. Sitúa entonces al recién
llegado en otra habitación que le servirá de vivienda durante el periodo de
adaptación y donde tendrá su propio comedero y bebedero así como su bandeja
sanitaria.
·
Cuando el
nuevo gato ya esté instalado, puedes dejar salir al otro gato y dejarle oler
tus manos y tu ropa, hablándole dulcemente y ofreciéndole una recompensa.
Durante el periodo de adaptación de tu nuevo gato, vigila a no descuidar a tu
1er gato. Respeta sus hábitos para evitar que esté contrariado. Durante este
tiempo deja al nuevo gato protegido en su habitación. La duración de este
periodo de separación dependerá de la reacción de ambos gatos.
·
Deja que el
gato residente se acostumbre al olor de su nuevo compañero. Los primeros días,
mezcla el olor del recién llegado con el de la casa. Poco a poco y durante la
primera semana, intercambia los comederos y las camas. Si uno de los dos gatos
reacciona mal al olor, asóciala enseguida a algo positivo, por ejemplo a una
golosina.
·
Cuando cada
gato esté acostumbrado al olor del otro, puedes permitir a cada uno que explore
el territorio del otro – en momentos diferentes y sin organizar aún un cara a
cara. Finalmente, cuando cada uno de ellos esté suficientemente cómodo con el
territorio del otro, habrá llegado el momento de realizar las presentaciones
propiamente dichas.
·
El mejor
momento para un primer encuentro es el de la comida. Sitúa sus comederos en la
misma habitación, pero a cierta distancia. La atracción de la comida sin duda
será más fuerte que la posible suspicacia. No los fuerces a acercase uno a
otro, y ten previsto mucho espacio entre ellos para que puedan mantenerse
alejados si así lo desean. Es probable, pero totalmente normal, que se miren de
forma inquisidora, se bufen y se arqueen durante la fase de establecimiento de
la jerarquía. Pero aún así, mantén a mano una manta por si se produce alguna pelea.
Si uno de los gatos reacciona de forma violenta, sepáralos de inmediato y
vuelve a la etapa anterior.
·
Después de
la comida sepáralos inmediatamente. En las siguientes comidas puedes dejarlos
juntos durante periodos cada vez más largos, hasta que se relajen en presencia
el uno del otro. Progresivamente, tu 1er gato asociará la presencia del nuevo
animal de compañía con su comida favorita. Reparte tu tiempo entre ambos gatos
de forma equitativa, de manera que tu olor se mezcle con los suyos y así no perciban
ningún favoritismo.
Si tus gatos
persisten en una actitud agresiva, coméntalo al veterinario para que pueda
proponer un tratamiento. Así tus gatos estarán más tranquilos y podrás proceder
de nuevo a realizar las presentaciones entre ambos. De todas maneras, ten en
cuenta que algunas personalidades felinas no pueden llegar a convivir, en cuyo
caso tendrás que plantearte, como último recurso, renunciar al nuevo gato.